Proyecto de Ordenanza, creación del Programa de atención y orientación de indigentes. Exp. 3894/10.
El proyecto hace hincapié que “actualmente se reconoce que la pobreza y la desigualdad son fenómenos que aumentan y no han sido superados en la región latinoamericana: "la pobreza y la desigualdad social siguen siendo objetivos esquivos de nuestro desarrollo y han sido duramente golpeados en los últimos años por nuestra vulnerabilidad macroeconómica" .
Estos modelos y estrategias delimitan las opciones de apertura comercial y financiera, las políticas macroeconómicas y mesoeconómicas que son mediadas por instituciones, las normas y prácticas que en conjunto definen el acceso de los individuos y sus familias al uso y control de los recursos y, específicamente, el acceso al mercado laboral y a los ingresos. Al tradicional rezago latinoamericano en materia de pobreza y distribución de ingresos se agrega el empobrecimiento reciente de grandes sectores medios de la población latinoamericana a raíz de las crisis económicas que afectaron a la región, y con especial fuerza a algunos países, en el decenio de 1990. Además, existen evidencias acumuladas de que los efectos de estas crisis han perjudicado de diferente manera a hombres y mujeres.
Se ha llegado a cierto consenso en que la pobreza es la privación de activos y oportunidades esenciales a los que tienen derecho todos los seres humanos. La pobreza está relacionada con el acceso desigual y limitado a los recursos productivos y con la escasa participación en las instituciones sociales y políticas. Deriva de un acceso restrictivo a la propiedad, de bajos ingreso y consumo, de limitadas oportunidades sociales, políticas y laborales, de insuficientes logros educativos, en salud, en nutrición, en acceso, uso y control en materia de recursos naturales, y en otras áreas del desarrollo.
Que según un enfoque de las capacidades y realizaciones, una persona es pobre si carece de los recursos necesarios para llevar a cabo un cierto mínimo de actividades.
Que existen cinco capacidades básicas y necesarias:
la capacidad de permanecer vivo y de disfrutar de una vida larga;
la capacidad de asegurar la reproducción intergeneracional biológica y cultural;
la capacidad de disfrutar de una vida saludable;
la capacidad de interacción social (capital social)
la capacidad de tener conocimiento y libertad de expresión y pensamiento.
De esta forma, la pobreza se enlaza con los derechos de las personas a una vida digna y que cubra sus necesidades básicas, es decir, con los denominados derechos económicos, sociales y culturales.
Hace más de dos décadas la CEPAL definía la pobreza como "un síndrome situacional en el que se asocian el infraconsumo, la desnutrición, las precarias condiciones de vivienda, los bajos niveles educacionales, las malas condiciones sanitarias, una inserción inestable en el aparato productivo, actitudes de desaliento y anomia, poca participación en los mecanismos de integración social, y quizá la adscripción a una escala particular de valores, diferenciada en alguna medida de la del resto de la sociedad"
Según las últimas mediciones de la CEPAL para 2002, ese año vivía en la pobreza el 44% de la población latinoamericana, porcentaje que significa 221 millones de personas, de las cuales alrededor de 97 millones eran indigentes.
La pobreza queda definida por los ingresos bajos o nulos; la falta de acceso a bienes y servicios provistos por el Estado, como seguridad social y salud, entre otros; la no propiedad de una vivienda y otro tipo de patrimonio; nulos o bajos niveles educativos y de capacitación, y la carencia de tiempo libre para actividades educativas, de recreación y descanso, todo lo cual se expresa en falta de autonomía y en redes familiares y sociales inexistentes o limitadas.
Cada vez más se incorporan aspectos no materiales que se relacionan con el bienestar de las personas y otros de carácter más cualitativo, como los vinculados a la vulnerabilidad, la inseguridad y la exclusión social. Por otra parte, la visión que tienen los pobres de su propia situación y la concepción de la pobreza.
Por el art. 1º se crea “El Programa de Atención y Orientación de Indigentes que tendrá como objetivo contribuir a la reinserción socio – cultural de las personas que se encuentran en situación de calle promoviendo su desarrollo humano integral:
Por el art. 2º se propone crear “Un refugio Nocturno Transitorio para atender la situación de las personas que no tienen vivienda”.
En el art. 4 se delimitan las pautas; en el art. 5 se alientan convenios de cooperación; por el art. 6 se promueve un programa de capacitación e inserción laboral con empresas del sector privado.
Por el art. 7 se propone crear y sistematizar junto al Hospital Anselmo Gamen el “Plan Invierno” como Programa de emergencia intersectorial.
Por el art. 8 se propone crear y coordinar el “Proyecto Puerto” y por el art. 9 se solicita instrumentar acciones para que las familias en situación de calle que duermen en Refugios Nocturnos accedan durante el día a alternativas validas de vida conforme a la Dignidad Humana”.
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